La fiebre se ha convertido en epidemia. Y Apple puede dormir tranquila porque el iPhone ha batido su propio récord: un millón de unidades vendidas en tres días desde el "estreno" del objeto tecnológico de moda, contradiciendo a los agoreros analistas que predecían alrededor de la mitad de ventas, tal y como recoge Cinco Días. Al predecesor del iPhone 3G le costó 74 días igualar la cifra.
Como recoge el diario económico, Steve Jobs comentó: "El iPhone 3G ha tenido un sensacional fin de semana de estreno". Probablemente el estreno simultáneo en 21 países a la vez haya contribuido a elevar el número de ventas.
El día de su llegada a la mayoría de los establecimientos en los que se ponía a la venta se quedó sin existencias, incluso antes del cierre. Incluida la impresionante tienda que Telefónica, comercializadora en exclusiva del artilugio en España, creo en su sede de Gran Vía para recibirlo. Para más inri, tuvo que cerrar antes. Por su parte, AT &T, que tiene la patente en Estados Unidos, también se quedó sin existencias el domingo por la noche. Esta situación se repitió en algunos locales de Reino Unido, Japón, Alemania y Japón. Según informa Bloomberg y recoge Cinco Días, hasta 187 de las tiendas Apple se quedaron desabastecidas.
Las operadoras insisten en que este problema es sólo momentáneo y que la reposición de los móviles más codiciados del mercado es diario. Los clientes parecen no fiarse demasiado y por eso siguen agolpándose a las puertas de los establecimientos antes de la hora de apertura. Eso sí, en menor medida, gracias a dios, que el día de lanzamiento.
Por lo pronto, ya han logrado vencer a las malas previsiones de la consultora Gartner, que recortaba los beneficios de las operadoras móviles entre un 10% y un 11% por la acuciante crisis.
